martes, 8 de julio de 2008

Mi Tributo: A Dios sea la Gloria.



¿Cómo no estar de acuerdo con Andraé Crouch cuando inspirado por el Espíritu dijo en su canción A DIOS SEA LA GLORIA?

El ideal de todo verdadero adorador es dar la Gloria al Señor, autor y sustentador de los dones que podemos compartir con otros.

Es la razón de ser de nuestros nuevos arreglos musicales, partituras, ensayos, largas horas de práctica, presentaciones en público, organización de eventos y todo cuanto podamos hacer.
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Hay mil versiones de este hermoso himno, y muchas más han de realizarse.
Podemos escucharlo por el propio Andrae Crouch, por Sissel & Oslo Gospel Choir, por Crystal Lewiss, Adly Campos, David Castro etc.

El Salmista ya expresó el mensaje central de esta alabanza en el Salmo 30: 11 y 12.

"Has cambiado mi lamento en danza, quitaste mi saco, y me ceñiste de alegría. Por eso, cantaré a ti, gloria mía, y no quedaré callado.
Señor, Dios mío, siempre te alabaré." Amén.

Hoy podemos unir nuestras voces y expresar juntos nuestro reconocimiento a Dios por su bondad; decir con fuerza y convicción:

A DIOS SEA LA GLORIA.

miércoles, 18 de junio de 2008

Una Esperanza

Hay una alegría profunda en la experiencia de adoración colectiva al creador y sustentador de todas las cosas. Es sencillamente conmovedor ver como podemos unirnos, sin ensayo previo y cantar con fervor expresando nuestra gratitud a Dios y el anhelo que tenemos de verle venir pronto en gloria.

Puedes imaginarte cantando o tocando en gloria bajo la batuta maestra del Señor Jesús; interpretando una partitura escrita de su mano, un precioso arreglo musical de una de nuestras canciones de alabanza y adoración, una nueva música para nuestros corazones renovados.

Puedes imaginar el ensayo que antecede a la presentación ante el universo del "Cántico de Moises y del Cordero"; que rápido que vamos aprenderlo, con que intesidad vamos a cantarlo, que bien que comunicaremos el amor del Señor que nos salvó. ¡Como deseo pronto poder escuchar la melodía y armonía de esa música!: Música del cielo como un regalo para los redimidos.

Podemos imaginar ahora la dicha de la gloria, pero nuestra imaginación quedará corta ante la realidad.

Aquí, ahora podemos iniciar los ensayos, conseguir las partituras, aprender el lenguaje, familiarizarnos con el tema preferido de las canciones celestiales: Dar Gloria a Dios.

Hoy es un buen día para alabar al Señor, tenemos suficientes razones para alabarle, para seguir creciendo en el uso de los dones que él nos ha concedido, para comunicar a otros la dicha de haberle conocido, para dejar oir nuestra voz y el mensaje de poder que comunica.

Recuerda:

La Adoración es la gran actividad del cielo, nuestra mejor oportunidad aquí en la tierra.


Te invito a continuar preparándote de modo activo para participar de la gloria que nos espera.

Hoy también digamos juntos:
QUIERO ALABARTE.

QUIERO ALABARTE.

Una Esperanza

Hay una alegría profunda en la experiencia de adoración colectiva al creador y sustentador de todas las cosas. Es sencillamente conmovedor ver como podemos unirnos, sin ensayo previo y cantar con fervor expresando nuestra gratitud a Dios y el anhelo que tenemos de verle venir pronto en gloria.


Puedes imaginarte cantando o tocando en gloria bajo la batuta maestra del Señor Jesús; interpretando una partitura escrita de su mano, un precioso arreglo musical de una de nuestras canciones de alabanza y adoración, una nueva música para nuestros corazones renovados.



Puedes imaginar el ensayo que antecede a la presentación ante el universo del "Cántico de Moises y del Cordero"; que rápido que vamos aprenderlo, con que intesidad vamos a cantarlo, que bien que comunicaremos el amor del Señor que nos salvó. ¡Como deseo pronto poder escuchar la melodía y armonía de esa música!: Música del cielo como un regalo para los redimidos.



Podemos imaginar ahora la dicha de la gloria, pero nuestra imaginación quedará corta ante la realidad.


Aquí, ahora podemos iniciar los ensayos, conseguir las partituras, aprender el lenguaje, familiarizarnos con el tema preferido de las canciones celestiales: Dar Gloria a Dios.


Hoy es un buen día para alabar al Señor, tenemos suficientes razones para alabarle, para seguir creciendo en el uso de los dones que él nos ha concedido, para comunicar a otros la dicha de haberle conocido, para dejar oir nuestra voz y el mensaje de poder que comunica.



Recuerda:

La Adoración es la gran actividad del cielo, nuestra mejor oportunidad aquí en la tierra.




Te invito a continuar preparándote de modo activo para participar de la gloria que nos espera.

Hoy también digamos juntos:

QUIERO ALABARTE.

domingo, 15 de junio de 2008

Una Esperanza.

Hay una alegría profunda en la experiencia de adoración colectiva al creador y sustentador de todas las cosas. Es sencillamente conmovedor ver como podemos unirnos, sin ensayo previo y cantar con fervor expresando nuestra gratitud a Dios y el anhelo que tenemos de verle venir pronto en gloria.

Puedes imaginarte cantando o tocando en gloria bajo la batuta maestra del Señor Jesús; interpretando una partitura escrita de su mano, un precioso arreglo musical de una de nuestras canciones de alabanza y adoración, una nueva música para nuestros corazones renovados.

Puedes imaginar el ensayo que antecede a la presentación ante el universo del "Cántico de Moises y del Cordero"; que rápido que vamos aprenderlo, con que intesidad vamos a cantarlo, que bien que comunicaremos el amor del Señor que nos salvó. ¡Como deseo pronto poder escuchar la melodía y armonía de esa música!: Música del cielo como un regalo para los redimidos.

Podemos imaginar ahora la dicha de la gloria, pero nuestra imaginación quedará corta ante la realidad.

Aquí, ahora podemos iniciar los ensayos, conseguir las partituras, aprender el lenguaje, familiarizarnos con el tema preferido de las canciones celestiales: Dar Gloria a Dios.

Hoy es un buen día para alabar al Señor, tenemos suficientes razones para alabarle, para seguir creciendo en el uso de los dones que él nos ha concedido, para comunicar a otros la dicha de haberle conocido, para dejar oir nuestra voz y el mensaje de poder que comunica.

Recuerda:

La Adoración es la gran actividad del cielo, nuestra mejor oportunidad aquí en la tierra.

Te invito a continuar preparándote de modo activo para participar de la gloria que nos espera.

Hoy también digamos juntos:

QUIERO ALABARTE.

jueves, 3 de abril de 2008

"Acepto tres preguntas".

¿Qué hermosa realidad que atesora un niño, le permite realizar tantas preguntas frescas, originales y profundamente sencillas?

Me parece escuchar esa cadena incesante de- “y ¿por qué?”- “y ¿por qué?”- “y ¿por qué?”- que evidencia la vivacidad de cualquier niño espontáneo, sano e inteligente. Preguntas que demuestran el anhelo de entender aquello que muchos adultos ya no se cuestionan; preguntas que vuelven a demostrar que no lo sabemos todo; preguntas que nos inspiran a recuperar la curiosidad y la ilusión de un niño.

Las buenas preguntas son un estímulo, una oportunidad y un regalo.
Casi siempre las aceptamos aunque a veces diciendo - “no te preocupes, pregúntame todo lo que quieras, que gustosamente te contestaré lo que yo quiera”.

Hoy quiero al igual que un niño compartir tres preguntas profundamente sencillas que pueden conducirnos a respuestas vivificantes. Son preguntas hechas por Dios para llevarnos a pensar en él como nuestra fortaleza, la fuente de nuestro sustento, la garantía de nuestro futuro.

1. “¿Hasta cuándo no me han de creer, a pesar de todas las señales que hice entre ellos?” Número 14: 11.

Esta pregunta es la queja doliente de un Dios que, a pesar de ser todo amor para con sus hijos, no consigue que ellos se expresen con valor, se sientan satisfechos, afronten con optimismo las luchas de la vida y esperen confiados lo mejor del porvenir.

Es como si nos preguntase:

  • ¿Por qué te preocupas tanto?
  • ¿Cómo logras encontrar tantos “nuevos problemas” y asustarte con ellos si yo soy el mismo ayer, hoy y por los siglos?
  • ¿Qué tiene que suceder para que consigas creerme hasta descansar confiado en mi amor y poder para ti?

La respuesta es asunto nuestro, podemos decidir creer, confiar y descansar. Podemos revisar las señales del amor de Dios en nuestras vidas. Tantos momentos maravillosos, cuántos problemas solucionados, las repuestas obtenidas, el sin número de sorpresas agradables, las nuevas oportunidades, las soluciones inesperadas. En todo ello está escrito el amor de Dios por ti.



2. “¿Hasta cuándo has de llorar a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel?”. 1 de Samuel 16: 1.

La pregunta es planteada al profeta Samuel dada su insistencia en añorar lo que Saúl no quiso ser. Es una clara reprensión por aferrarse a un pasado limitador teniedo por delante un futuro tan prometedor.

Esta pregunta invita a cerrar el ciclo de aquellas ilusiones fallidas que ya deberían dormir en el pasado pero son aún una compañía incómoda en el presente. Deja de llorar a Saúl, vete a ungir a David, hoy hay una nueva oportunidad esperando que vayas a su encuentro, Dios la ha preparado para ti.

No temas intentarlo de nuevo, aprecia la oportunidad de poder hacerlo y adelántate con valor renovado. Aunque tengas que aprender a ver, pensar y soñar de forma diferente, como tuvo que aprenderlo Samuel antes de señalar a David como el elegido, tú también recibirás la ayuda que a él le permitió acertar. Dios irá contigo. Créelo.


3. “Cuando el hijo del hombre venga ¿hallará fe en la tierra?”. San. Lucas 18:8.

Es posible aceptar la importancia de muchas preguntas que cada día nos son ofrecidas de modo sistemático por los medios y el medio en que vivimos. Cuestionamientos referentes a lo ecológico, el equilibrio medio ambiental, la violencia, la crisis de la economía, el declive de los valores morales y un largo etcétera.

Sin embargo Jesús advierte que la pregunta decisiva es si a su regreso él hallará fe en ti.

  • ¿Encontrará fe en mí?
  • ¿Nos encontrará velando o dormidos?
  • ¿Estaremos atentos o distraídos, obrando o meramente entretenidos?

La pregunta de Jesús está precedida por la poderosa parábola de “El juez injusto y la viuda” que por medio del contraste nos muestra la disposición del Padre a concedernos todo aquello que corresponde a nuestro bien. La parábola tiene como elemento central “la necesidad de orar siempre, y no desmayar”.


¿Qué preguntas ocupan hoy tu mente? ¿Quién está formulando tus preguntas favoritas?

Hay maravillosas preguntas en la escritura, preguntas cargadas múltiples respuestas enriquecedoras. Preguntas para afirmar la fe y motivar a la acción.

Acepta hoy que Dios te ofrezca preguntas de valor; pronto disfrutarás la satisfacción plena en sus respuestas.

martes, 18 de marzo de 2008

¿Y el Dinero?

Quiero que pienses si has vivido una situación como la que ahora te describo.

Un amigo, que te conoce y aprecia, te presenta un plan por el cual puedes mejorar notablemente tu desempeño profesional, hacer crecer tu negocio o empresa, prepararte para ofrecer un servicio más valioso en tu empleo actual.

Sus palabras te suenan como música perfecta esa que a ti te llega, la que consigue emocionarte de manera profunda, y llegas a creer lo que él te dice; sin embargo, tu mente te plantea de manera continua las preguntas.

¿Y el dinero para todo eso? ¿De dónde vas a obtener el dinero para ese plan maravilloso?

Yo recuerdo que la madre de uno de mis estudiantes solía decir -“el dinero está en los bancos”, verdad a la que muchos contestan -“si claro, pero es dinero para los que ya tiene dinero”. “el dinero llama al dinero” se oye decir a menudo.



¿Por qué estoy escribiendo esta vez sobre el dinero?
Se que para algunos cristianos el hablar de dinero es sinónimo de amor al mundo, es como si creyesen en eso del dinero como el “vil metal que todo lo corrompe”.
Para otros el dinero es simplemente un medio, no el único, que permite alcanzar ciertos fines que son necesarios; lo ven como un instrumento de bien, una oportunidad más para servir.


¿Qué dice David de todo esto?

  • “Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra”.

Ezer, la palabra hebrea traducida en este versículo como socorro significa ayuda y aparece en versículos tan poderosos como este:

  • “¡Dichoso tu, Israel! ¿Quién como tú? Pueblo salvado por el Señor, escudo de tu socorro, y espada de tu triunfo”. Deuteronomio 33: 29.

Dichos@ tu________Escribe tu nombre y apellidos, ¡salvad@ del Señor!

David y Moisés coinciden en afirmar que la ayuda, el socorro, los recursos, el dinero, la capacidad para triunfar, la prosperidad, el sostenimiento, la independencia financiera, la salud, la salvación y la vida eterna; todo lo encontramos en Dios, el ya ha hecho provisión de todo lo que necesitamos, ya lo tiene lo tiene resuelto, su plan para nosotros lo ha tomado en consideración. Solo tenemos que reconocerle a él en todo; también en nuestra relación con el dinero.

  • “Porque él te da el poder de hacer las riquezas, a fin de cumplir su pacto que juró a tus padres”. Deuteronomio 8:18.

Volvamos a las preguntas: ¿De dónde vendrá mi socorro? Podría parecerse a ¿De dónde vendrá el dinero?

La segunda pregunta resulta incómoda ¿verdad? puede incluso no gustarnos. Está bien, la causa en sencilla. El dinero no es lo más importante en la vida, estamos completamente de acuerdo.

  • “Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. S. Mateo 6: 33.

  • “Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre”. Amén. Salmo 121: 8.

Tu socorro viene de Jehová, está claro y es evidente. Por eso mismo tú y yo tenemos que entrar y salir, actuar en consecuencia y apropiarnos de la promesa de Jesús:

  • “Pedid, y os darán; buscad, y hallaréis; llamad, y os abrirán. Porque todo aquel que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama le abren”
    S. Mateo 7: 7 y 8.

El secreto está en mantenernos en contacto con nuestro Padre celestial y por extensión con muchas otras personas, sus otros hijos, todos nuestros hermanos en el sentido más amplio que podamos concebir para éste término. Todos podemos ser una bendición unos para otros, tenemos ayuda para lograrlo.


Quiero que hoy recuerdes estas verdades poderosas:

  • Con el Señor “el angustioso final” resultado del cálculo y la previsión del hombre, puede convertirse en un inicio prometedor si es él quien administra nuestra vida. Esa fue la experiencia de la viuda de Sarepta (1 reyes 17: 8-16).

  • Dios siempre nos suplirá no solo de dinero, sino de todo cuanto necesitemos para cumplir los propósitos de su gloria en nuestras vidas.
    “Amado yo deseo que tu seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. 3 S. Juan 2.

Noticia de Poder:

Hay un banco maravilloso con un propietario generoso, el Dios eterno. El acepta consignaciones en forma de tiempo de adoración y expresiones de alabanza que con su poder son transformadas en bendiciones para suplirnos de todo bien.


Consigna hoy tus tesoros en ese banco. “Haz tesoros en el cielo”, ello de te dará una paz sin igual.

¡DIOS TE BENDIGA!

miércoles, 12 de marzo de 2008

Josafat: Cuatro pasos para una gran victoria.

Revisemos juntos una de las estrategias más poderosas y asequibles que podemos encontrar para vencer aún cuando aparentemente no tengamos todas las circunstancias a nuestro favor.

¿Cómo poder vencer contra todo pronóstico? ¿Cómo romper nuestras estadísticas, aquellas que con el tiempo nos han llevado a pensar que tal vez no podremos alcanzar nuestros sueños?

Puedes alcanzar tus sueños, usa la estrategia correcta.

Cuatro pasos para una gran victoria según la experiencia vivida por Josafat en 2 Crónicas 20.

  1. Aceptar que frente a un problema podemos sentir temor.
  2. Consultar a Dios.
  3. Agradecer por las bendiciones que estamos esperando.
  4. Actuar con valor y fe.

Analicemos juntos los detalles:

1.

Sentir temor es una experiencia común a la mayoría de las personas.

Hay quien quisiera que no fuese así, pero el temor forma parte normal de la vida. En un aviso de que algo no va tan bien como esperábamos. Nos dice que podemos estamos frente a una situación que no sabemos cómo va a afectarnos. Aparece cuando tenemos un nuevo problema real o imaginario, grande o pequeño. Viene como acompañante de una preocupación que nos toma por sorpresa o una preocupación que nosotros mismos estamos alimentando cuidadosamente.

Es evidente, frente a la realidad de los problemas no todos reaccionamos de la misma forma. Algunos nos quedamos paralizados ante el temor como si no pudiésemos reaccionar; otros empezamos a pelear y a combatir aún sin saber dónde está la verdadera batalla. Escuchamos las órdenes: “disparen, fuego, apunten” y justo eso hacemos.

Josafat nos enseña una opción mejor: humillarnos y reconocer que Dios puede vencer en nuestro lugar.

David ya lo había dicho: “Aunque ande en el Valle sombrío de la muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo” Salmo 23: 4.


¿Cómo gestionamos nuestros problemas?, ¿Cómo abordamos nuestros temores? Allí está el secreto de una vida victoriosa.


2.

Debemos confiar a Dios nuestros asuntos porque él los asume como suyos.

Josafat ora a Dios diciendo: “Señor, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú el Dios que está en los cielos? Tú riges todos los reinos de las naciones: En tu mano están el poder y la fuerza, no hay quien te resista”. 2 Crónicas 20: 6.

Con humildad agrega: “En nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros. No sabemos que hacer, pero a ti volvemos nuestros ojos”. (Versículo 12).

Nuestra oración puede ser:

“Señor se que esta vez también vas a vencer en mí, no se cómo, ni me preocupa. Solo te pregunto ¿qué deseas que yo haga esta vez, cuál es la parte que me has asignado?”.


Obtendremos respuesta. Tal vez un suave: “quedad quietos y ved la salvación que el Señor os dará” (2 Crónicas 20: 17) o escucharemos la voz enérgica: “¡Levántate, come! porque un largo camino te espera” (1 de Reyes 19:7).

No se cuál respuesta te guste más o cuál te corresponda en este momento, posiblemente tú lo sepas, o no; una cosa sí es segura: si consultamos a Dios él se hace cargo de nuestros problemas y preocupaciones; nosotros quedamos libres para ocuparnos en adorarle y alabarle con gratitud y fervor.



3.

Cada día tenemos oportunidades preciosas para agradecer a Dios por las bendiciones que estamos esperando.

El secreto de los grandes triunfos de la fe radica en alabar a Dios antes de la batalla, agradecerle antes de ver realizado el milagro y confiar en él aunque no sintamos su fuerza. La Biblia dice que "cuando empezaron a entonar cantos de alabanza el Señor produjo el milagro". Siempre ha sido y será así, Dios entra en acción victoriosa cada vez que empezamos a alabarle. Esa es nuestra oportunidad a cada instante.



4.

Alabar a Dios nos capacita para actuar con valor y fe.

Siempre que centramos nuestras expectativas en su poder recibimos la capacidad para actuar como quien sabe que ha de alcanzar lo que anhela según la buena voluntad de Dios.


¿Tienes un gran sueño, anhelas alcanzar alguna realización especial? pregúntarte si ya empezaste a agradecer por haberlo recibido. ¿Estás alabando al Señor con gratitud y fervor? Si es así continua en acción ¡LA VICTORIA ES TUYA!

  • Contacta a ese amigo que comparte y apoya tu sueño, le harás feliz.
  • Escribe la carta que tantas veces has redactado en tu mente.
  • Reconcíliate con el amigo que has perdido.
  • Has la llamada que te resulta más difícil.
  • Prepárate para el desempeño que estas deseando.
  • Ofrece a otros tus servicios, hazlo con generosidad.
  • Envía tu propuesta una vez más. Las murallas de Jericó cayeron solo tras la última vuelta.
  • Inicia la capacitación que más pueda ayudarte.
  • Busca la oferta de empleo que te corresponde.
  • Redacta el informe, alguien lo está esperando.
  • Adquiere aquello que necesitas.
  • Invierte tiempo y dinero en tu progreso.
  • Pon en acción tu fe.

    “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4: 13.

Este versículo es un obsequio para ti. Vívelo hoy con alegría.



miércoles, 5 de marzo de 2008

San Pablo ¡Que músico más extraordinario!

Conocido por todos como el gran apóstol de los gentiles, San Pablo presenta en su actividad misionera las facetas más fascinantes, variadas e interesantes que podamos buscar en un apóstol.

Fue él sin lugar a dudas un hombre de profunda formación teológica a cuya pluma debemos más de la mitad de los libros del nuevo testamento. Su firme convicción de la universalidad del mensaje de Jesucristo y la disposición a la entrega constante en servicio de otros le convirtieron en el apóstol más internacional del primer siglo de la era Cristiana.

De su Gira de conciertos por Troas, Samotracia, Neápolis y Filipos, recuperemos hoy la crónica que pudo escribir algún periodista de la época.

“Difícil concierto en Filipos Macedonia oriental”.
La pasada noche en la Gran Sala de Conciertos de Filipos debió celebrarse un irrepetible concierto musical a cargo de Pablo y Silas cantantes judíos que, según algunos medios de comunicación, “alborotaron la ciudad”. No sabemos si esto es parte de una estrategia publicitaria, pero lo cierto es que, previo al inicio del concierto, se vivieron momentos de alta tensión que condicionaron por completo el desarrollo del acontecimiento musical.

Por increíble que parezca, Pablo y Silas terminaron cantando en el calabozo interior de la cárcel de Filipos con los pies asegurados en el cepo. Cantaron todo el programa de memoria, sin acompañamiento, a capella, sin luz, sin haber podido calentar sus voces. Es más, sin tan solo recuperarse de las heridas causadas por los múltiples azotes que recibieron.

No es fácil entender cómo su representante, que lo tienen, les dejó pasar por una situación tan crítica; aunque ahora las cosas han cambiado mucho. Y es que a media noche, mientras ellos cantaban para los presos, un público entregado y agradecido, un terremoto de 8 puntos en la escala de Richter sacudió los cimientos de la cárcel, abrió las puertas y soltó las cadenas que les ataban. Fue como si Dios mismo hubiese intervenido para librar a estos músicos cristianos, que entre otras cosas, confesaron claramente que hacían todo para la gloria de Jesucristo Señor de ellos.

La Crónica continúa con los aspectos más técnicos de la interpretación musical, pero nosotros vamos al relato del médico Lucas en Hechos de los apóstoles capítulo 16 para encontrar los resultados evangelísticos de un concierto tan singular.


Siete resultados infalibles de alabar a Dios sin importar las circunstancias.

Cuando decidimos alabarle:

1) El poder de Dios se manifiesta en nuestras vidas abriendo puertas, derribando barreras y creando oportunidades allí donde solo podían verse obstáculos, limitaciones e impedimentos.
2) Las cadenas pierden su poder. La esclavitud cede ante la libertad.
3) Dios nos otorga liderazgo para compartir vida a otros y nos da poder para decir como San Pablo dijera al carcelero: “No te hagas ningún mal, que todos estamos aquí”.
4) El Espíritu Santo nos capacita para enseñar a quienes preguntan: “¿qué debo hacer para ser salvo?”.
5) Quienes nos escuchan reciben la verdad del evangelio con mayor facilidad, entusiasmo y disposición para hacer cambios efectivos en sus vidas.
6) Se producen más conversiones.
7) Llenamos de alegría la vida de otras personas. San Lucas escribió del carcelero: “Y se alegró con toda su casa por haber creído a Dios”.

Después de alabar, Pablo y Silas tuvieron tiempo y oportunidad para reivindicar sus derechos y es que “Todo tiene su tiempo”. Ellos decidieron alabar a Dios antes que quejarse, cantar antes que llorar, elevar su voz a Dios antes que hundirse en la desesperanza y Dios premió la valentía inquebrantable de ellos.


“Aviva el don de Dios que hay en ti”. ¡Hazlo hoy!
¿Te gusta cantar?: Canta, toma clases de canto, intégrate en un coro, asiste a los ensayos, forma un grupo musical, busca partituras, aprende a hacer arreglos musicales.
¿Prefieres tocar un instrumento musical?: Aprende a tocar el piano, la guitarra, el violín o el que más te guste; busca un profesor, compra o regálate tiempo para practicar cada día y así seguir creciendo; te aseguro que los resultados pueden sorprenderte.
¿Tienes iniciativa?: Organiza un festival de alabanza, invita músicos, poetas, predicadores, anímales para que juntos compartan la adoración a Dios y sean bendición para el público asistente.
¿Tienes un cargo de responsabilidad?: Promueve la adoración y la alabanza, apoya los talentos que Dios ha compartido en tu entorno, muéstrate atento y receptivo, ello será bendición para tu liderazgo.
¿Necesitas motivación?:
Encuentra razones para alabarle, razones que tengan que ver con tu vivencia personal, con aquello que Dios ha hecho en ti.

Tú también eres un adorador extraordinario, deja que el mundo lo sepa.

viernes, 29 de febrero de 2008

En familia: Invitación.



La familia al completo, Padre, Madre e Hijos. Nuestro hijo biológico Esteban y los discográficos:

"Luz en la oscuridad"

y

"Quiero alabarte".

Nuestra alegría es "Cantar al Señor canción nueva, cantar al Señor por toda la tierra".

¿Deseas invitarnos para compartir juntos la adoración y la alabanza?

Es muy sencillo escríbenos al correo: edison@edisonvalencia.com o llámanos a
los teléfonos (0034) 91 153 34 20 - 645 06 90 26.

Ofrecemos actividades tan variadas como:

  • Recitales de Piano con obras de compositores tan universales como Beethoven, Brahms o Chopin entre otros.

  • Recitales de Piano con transcripciones y arreglos de canciones del repertorio sacro universal.

  • Cursos de interpretación pianística.

  • Talleres de formación musical: Armonía, Transcripción, Arreglos musicales, Improvisación y más.

  • Conferencias, Talleres y Seminarios sobre toda la amplia temática de la Adoración y la Alabanza en la experiencia del creyente y la vida de la iglesia.

  • Conferencias, Talleres y Seminarios de apreciación musical.

Será un placer aceptar tu invitación y compartir juntos “momentos musicales de alabanza”.

¡Hasta pronto!

jueves, 28 de febrero de 2008

Te ofrece poder ilimitado ¿podría interesarte?

Existe un Dios amante que está haciendo en nosotros todo cuanto depende de él para lograr que aceptemos mucho más poder del que hasta ahora hemos recibido.

Un Dios que en el pasado concedió poder a hombres y mujeres como Ester, Sansón, David o Salomón, a quienes bendijo con una unción de poder muy especial para realizar obras de un alcance incalculable. A ellos les dio poder para que fueran bendición.

Hoy, ese mismo Dios, quiere obrar de igual manera. Aún resuenan sus palabras: “¿A quién enviaré?, ¿Quién irá de nuestra parte?” Isaías 6:8.

Su invitación incluye un ofrecimiento de poder para ser más semejantes a él: “Dios es amor”. 1 Juan 4: 8; poder para bendecir a los demás, como le prometió a Abram: “Serás bendición”. Génesis 12.2; poder para triunfar al “Pelear la buena batalla de la fe”. 1 Timoteo 6:12.

Dios hoy nos dice:

“No temas, porque yo te redimí. Te puse nombre, eres mío.
Cuando pases por el agua, yo estaré contigo; y los ríos, no te anegarán:
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni llama arderá en ti.
Porque yo, el Señor, soy tu Dios; el Santo de Israel, soy tu Dios." Isaías 43: 2 y 3.

¿Qué tipo de fe y poder tendríamos si conociéramos personalmente al Dios que aquí se presenta?
¿Qué cosas definiríamos como posibles o imposibles al caminar junto a este amigo maravilloso?
¿Qué seríamos capaces de aportar a otros si recibiéramos todo el poder ofrecido?


¡Cómo cambiaría nuestra experiencia espiritual si comprendieramos que quien nos invita es el Creador del cielo y la tierra! el Dios apasionado y perseverante que presenta la Biblia, el Dios que quiere seducir, atraer y conquistar a todos con su amor. El Dios que toma la iniciativa, que sale a nuestro encuentro.

Por contraste, ¿Recuerdas cuándo fue la última vez que alguien luchó intensamente contigo para darte más de su poder?
No se si puedes recordar cuánto tiempo invirtío en convencerte de la realidad del poder ofrecido y su disposición efectiva a compartirlo.
¿Consiguió esta persona convencerte? ¿Has vivido realmente una situación así?

Posiblemente hayas visto a muchas personas luchar por obtener más poder, tal ves incluso algunas hayan querido sustraer de tu poder para aumentar el de ellas, eso yo lo he visto y no me sorprende; lo que sí me maravilla es encontrarme con un Dios luchando constantemente por compartir su poder, la plenitud de su gozo y la fortaleza de su amparo. Sorprende reconocer que él es todo lo que necesitamos y constatar sin embargo, cuan poco lo buscamos.


¿Realmente nos interesa el poder de Dios?

Quiero creer que sí.


Lo necesitamos para convertir nuestra débil fe en vigorosa acción; lo requerimos para sobreponernos a una rutina cotidiana que parece aplanarlo todo, acabar con todo fervor, arrasar con lo diferente si la diferencia no se ajusta esa distorsión mundana que propende porque solo brille lo fatuo.

Necesitamos el poder de Dios para vencer una cultura que parece enseñar que lo único que merece un esfuerzo adicional es el ganar dinero para el sustento y lograr la supervivencia o conseguir la aprobación, el reconocimiento y la fama en el caso de otros.


Necesitamos el poder de Dios para orar más, para pasar más tiempo junto a él, para decidir que vamos a buscarle con todas nuestras fuerzas porque es posible encontrarnos con él y saciar nuestra sed en su presencia.


¿Te interesa este poder?

Decide recibirlo ahora, ese es el mayor anhelo de Dios para ti hoy.

martes, 19 de febrero de 2008

37 Razones para Alabarle

Adorar a Dios es rendirse ante la constante evidencia de su amor en nuestras vidas. Es reconocer que él cumple fielmente su labor como Padre nuestro, Señor de nuestras vidas y Sustentador de nuestro ser.

Adorarle es elegir la oportunidad de pensar en grande: pensar en él.

Adorarle es amarle.

¿Qué puedo hacer en respuesta a tanto amor? ¿Cómo puedo expresar mi gratitud por su bondad? ¿Con quien puedo compartir esta alegría?


QUIERO ALABARLE

  1. Porque una vida de adoración es la partitura más linda que pueda escribirse, la alabanza más expresiva que pueda interpretarse.

  2. Porque es un privilegio poder unir mi humilde adoración a la de los innumerables seres perfectos que adoran a Dios en el universo pleno de su creación.


  3. Porque necesito más intimidad con Dios y la alabanza me lleva a esa intimidad.


  4. Porque adoración y alabanza es lo que Dios espera de mí.


  5. Porque nadie más puede ofrecerme lo que él ya me ha dado.


  6. Porque anhelo deleitarme en la contemplación de su belleza.


  7. Porque él me enseña a amar.


  8. Porque me gusta imaginar constantemente la dicha de los ángeles cuando adoran.


  9. Porque adorarle es lo que voy a hacer en la eternidad.


  10. Porque Dios me ha atado a él con lazos de amor.


  11. Porque es muy difícil decirle no al Espíritu Santo; muchas gracias por tanto amor Espíritu de Dios.


  12. Porque Dios acepta la expresión de mi corazón. En la alabanza hay un lugar para mi creatividad.


  13. Porque Dios está dispuesto a trabajar con personas imperfectas y falibles como yo.


  14. Porque nada me hace tan feliz como adorarle.


  15. Porque la adoración concentra mi atención en los propósitos más nobles y duraderos de la vida.


  16. Porque la alabanza es la actividad misma del cielo, la dicha proyectada para la eternidad.


  17. Porque Satanás no merece mi adoración; tampoco la merece mi ego.


  18. Porque adorar y alabar a Dios fortalecen mi fe.


  19. Porque necesito tiempo y no solo dinero para poder alabarle.


  20. Porque la adoración ordena mis emociones y sentimientos de modo que se expresen con la libertad de la verdad.


  21. Porque no tengo que intentar que Dios me ame, él me ama y listo, tan sencillo como eso.


  22. Porque conocí a mi esposa en un concierto de adoración y alabanza. ¡Que regalo!.


  23. Porque espero que mi hijo sea un adorador por el ejemplo de sus padres.


  24. Porque mis padres siempre me acompañan en la adoración a Dios.


  25. Porque me encanta alabar a Jesús junto a otros adoradores.


  26. Porque adorar a Jesús me mueve al servicio.


  27. Porque él me ha dado amigos inmejorables al alabarle en comunidad.


  28. Porque alabarle tiende puentes allí donde otros están construyendo barreras.


  29. Porque he visto como la alabanza a Dios produce cambios profundos en las personas poniéndolas en contacto con la fuente inagotable de poder y vida nueva.


  30. Porque él está cambiando mi vida.


  31. Porque al alabarle recibo bendiciones para compartir bendición.


  32. Porque alabarle es lo que han hecho aquellos hombres y mujeres de Dios que siempre he admirado.


  33. Porque aún queda mucho por hacer y no todo esta dicho. Hay muchas nuevas alabanzas por crear.


  34. Porque sé que en este mismo instante muchos otros seres están alabando al Señor, buscando su rostro, llegando a su presencia.


  35. Porque una alabanza asciende a Dios tan rápido como una oración.


  36. Porque a Dios mis problemas no le asustan, como podrían asustarme a mi; son solo una oportunidad más para su poder.


  37. Porque anhelo ser instrumento y obra en las manos del Divino Maestro.

QUIERO ALABARLE






 
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