viernes, 29 de febrero de 2008

En familia: Invitación.



La familia al completo, Padre, Madre e Hijos. Nuestro hijo biológico Esteban y los discográficos:

"Luz en la oscuridad"

y

"Quiero alabarte".

Nuestra alegría es "Cantar al Señor canción nueva, cantar al Señor por toda la tierra".

¿Deseas invitarnos para compartir juntos la adoración y la alabanza?

Es muy sencillo escríbenos al correo: edison@edisonvalencia.com o llámanos a
los teléfonos (0034) 91 153 34 20 - 645 06 90 26.

Ofrecemos actividades tan variadas como:

  • Recitales de Piano con obras de compositores tan universales como Beethoven, Brahms o Chopin entre otros.

  • Recitales de Piano con transcripciones y arreglos de canciones del repertorio sacro universal.

  • Cursos de interpretación pianística.

  • Talleres de formación musical: Armonía, Transcripción, Arreglos musicales, Improvisación y más.

  • Conferencias, Talleres y Seminarios sobre toda la amplia temática de la Adoración y la Alabanza en la experiencia del creyente y la vida de la iglesia.

  • Conferencias, Talleres y Seminarios de apreciación musical.

Será un placer aceptar tu invitación y compartir juntos “momentos musicales de alabanza”.

¡Hasta pronto!

jueves, 28 de febrero de 2008

Te ofrece poder ilimitado ¿podría interesarte?

Existe un Dios amante que está haciendo en nosotros todo cuanto depende de él para lograr que aceptemos mucho más poder del que hasta ahora hemos recibido.

Un Dios que en el pasado concedió poder a hombres y mujeres como Ester, Sansón, David o Salomón, a quienes bendijo con una unción de poder muy especial para realizar obras de un alcance incalculable. A ellos les dio poder para que fueran bendición.

Hoy, ese mismo Dios, quiere obrar de igual manera. Aún resuenan sus palabras: “¿A quién enviaré?, ¿Quién irá de nuestra parte?” Isaías 6:8.

Su invitación incluye un ofrecimiento de poder para ser más semejantes a él: “Dios es amor”. 1 Juan 4: 8; poder para bendecir a los demás, como le prometió a Abram: “Serás bendición”. Génesis 12.2; poder para triunfar al “Pelear la buena batalla de la fe”. 1 Timoteo 6:12.

Dios hoy nos dice:

“No temas, porque yo te redimí. Te puse nombre, eres mío.
Cuando pases por el agua, yo estaré contigo; y los ríos, no te anegarán:
Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni llama arderá en ti.
Porque yo, el Señor, soy tu Dios; el Santo de Israel, soy tu Dios." Isaías 43: 2 y 3.

¿Qué tipo de fe y poder tendríamos si conociéramos personalmente al Dios que aquí se presenta?
¿Qué cosas definiríamos como posibles o imposibles al caminar junto a este amigo maravilloso?
¿Qué seríamos capaces de aportar a otros si recibiéramos todo el poder ofrecido?


¡Cómo cambiaría nuestra experiencia espiritual si comprendieramos que quien nos invita es el Creador del cielo y la tierra! el Dios apasionado y perseverante que presenta la Biblia, el Dios que quiere seducir, atraer y conquistar a todos con su amor. El Dios que toma la iniciativa, que sale a nuestro encuentro.

Por contraste, ¿Recuerdas cuándo fue la última vez que alguien luchó intensamente contigo para darte más de su poder?
No se si puedes recordar cuánto tiempo invirtío en convencerte de la realidad del poder ofrecido y su disposición efectiva a compartirlo.
¿Consiguió esta persona convencerte? ¿Has vivido realmente una situación así?

Posiblemente hayas visto a muchas personas luchar por obtener más poder, tal ves incluso algunas hayan querido sustraer de tu poder para aumentar el de ellas, eso yo lo he visto y no me sorprende; lo que sí me maravilla es encontrarme con un Dios luchando constantemente por compartir su poder, la plenitud de su gozo y la fortaleza de su amparo. Sorprende reconocer que él es todo lo que necesitamos y constatar sin embargo, cuan poco lo buscamos.


¿Realmente nos interesa el poder de Dios?

Quiero creer que sí.


Lo necesitamos para convertir nuestra débil fe en vigorosa acción; lo requerimos para sobreponernos a una rutina cotidiana que parece aplanarlo todo, acabar con todo fervor, arrasar con lo diferente si la diferencia no se ajusta esa distorsión mundana que propende porque solo brille lo fatuo.

Necesitamos el poder de Dios para vencer una cultura que parece enseñar que lo único que merece un esfuerzo adicional es el ganar dinero para el sustento y lograr la supervivencia o conseguir la aprobación, el reconocimiento y la fama en el caso de otros.


Necesitamos el poder de Dios para orar más, para pasar más tiempo junto a él, para decidir que vamos a buscarle con todas nuestras fuerzas porque es posible encontrarnos con él y saciar nuestra sed en su presencia.


¿Te interesa este poder?

Decide recibirlo ahora, ese es el mayor anhelo de Dios para ti hoy.

martes, 19 de febrero de 2008

37 Razones para Alabarle

Adorar a Dios es rendirse ante la constante evidencia de su amor en nuestras vidas. Es reconocer que él cumple fielmente su labor como Padre nuestro, Señor de nuestras vidas y Sustentador de nuestro ser.

Adorarle es elegir la oportunidad de pensar en grande: pensar en él.

Adorarle es amarle.

¿Qué puedo hacer en respuesta a tanto amor? ¿Cómo puedo expresar mi gratitud por su bondad? ¿Con quien puedo compartir esta alegría?


QUIERO ALABARLE

  1. Porque una vida de adoración es la partitura más linda que pueda escribirse, la alabanza más expresiva que pueda interpretarse.

  2. Porque es un privilegio poder unir mi humilde adoración a la de los innumerables seres perfectos que adoran a Dios en el universo pleno de su creación.


  3. Porque necesito más intimidad con Dios y la alabanza me lleva a esa intimidad.


  4. Porque adoración y alabanza es lo que Dios espera de mí.


  5. Porque nadie más puede ofrecerme lo que él ya me ha dado.


  6. Porque anhelo deleitarme en la contemplación de su belleza.


  7. Porque él me enseña a amar.


  8. Porque me gusta imaginar constantemente la dicha de los ángeles cuando adoran.


  9. Porque adorarle es lo que voy a hacer en la eternidad.


  10. Porque Dios me ha atado a él con lazos de amor.


  11. Porque es muy difícil decirle no al Espíritu Santo; muchas gracias por tanto amor Espíritu de Dios.


  12. Porque Dios acepta la expresión de mi corazón. En la alabanza hay un lugar para mi creatividad.


  13. Porque Dios está dispuesto a trabajar con personas imperfectas y falibles como yo.


  14. Porque nada me hace tan feliz como adorarle.


  15. Porque la adoración concentra mi atención en los propósitos más nobles y duraderos de la vida.


  16. Porque la alabanza es la actividad misma del cielo, la dicha proyectada para la eternidad.


  17. Porque Satanás no merece mi adoración; tampoco la merece mi ego.


  18. Porque adorar y alabar a Dios fortalecen mi fe.


  19. Porque necesito tiempo y no solo dinero para poder alabarle.


  20. Porque la adoración ordena mis emociones y sentimientos de modo que se expresen con la libertad de la verdad.


  21. Porque no tengo que intentar que Dios me ame, él me ama y listo, tan sencillo como eso.


  22. Porque conocí a mi esposa en un concierto de adoración y alabanza. ¡Que regalo!.


  23. Porque espero que mi hijo sea un adorador por el ejemplo de sus padres.


  24. Porque mis padres siempre me acompañan en la adoración a Dios.


  25. Porque me encanta alabar a Jesús junto a otros adoradores.


  26. Porque adorar a Jesús me mueve al servicio.


  27. Porque él me ha dado amigos inmejorables al alabarle en comunidad.


  28. Porque alabarle tiende puentes allí donde otros están construyendo barreras.


  29. Porque he visto como la alabanza a Dios produce cambios profundos en las personas poniéndolas en contacto con la fuente inagotable de poder y vida nueva.


  30. Porque él está cambiando mi vida.


  31. Porque al alabarle recibo bendiciones para compartir bendición.


  32. Porque alabarle es lo que han hecho aquellos hombres y mujeres de Dios que siempre he admirado.


  33. Porque aún queda mucho por hacer y no todo esta dicho. Hay muchas nuevas alabanzas por crear.


  34. Porque sé que en este mismo instante muchos otros seres están alabando al Señor, buscando su rostro, llegando a su presencia.


  35. Porque una alabanza asciende a Dios tan rápido como una oración.


  36. Porque a Dios mis problemas no le asustan, como podrían asustarme a mi; son solo una oportunidad más para su poder.


  37. Porque anhelo ser instrumento y obra en las manos del Divino Maestro.

QUIERO ALABARLE






 
Top Cristiano - el ranking de sitios cristianos